Los quesos de cabra despiertan pasiones en todas sus modalidades, ya sean curados, semicurados o frescos, particularmente los manchegos de máxima calidad que elaboran marcas como Manchegosr, cuyos quesos destacan por ofrecer un sabor único al paladar.
Además, otra cualidad de esta variedad de queso es su versatilidad para conformar aperitivos, pudiendo utilizarse como ingrediente estelar o complementario, aunque en este sentido cabría señalar que el sabor único de los quesos de cabra manchegos hace que sea muy difícil que puedan relegarse a un rol secundario.
Conoce las múltiples posibilidades que existen para preparar aperitivos con quesos de cabra
Una de las presentaciones más recurrentes en el queso de cabra es el formato rulo, que ofrece su sabor característico en toda su intensidad así como una apariencia estética que entra mucho por los ojos. Mientras que el de crema, por su parte, tiene como gran cualidad que proporciona un amplísimo abanico de opciones para combinaciones con otros aperitivos. ¡Toma nota de todas las propuestas que te sugerimos para ambas variantes!
Montadito de sobrasada con queso de cabra
Un clásico que une dos sabores potentes y que tiene la gran ventaja añadida de su sencilla preparación. Además, si te apetece darle un toque diferente y sofisticado puedes añadir miel para jugar con el contraste de sensaciones en el paladar.
Tostas de queso de cabra con jamón, higos y miel
Como en el caso anterior, partiríamos de un aperitivo tradicional que marida queso de cabra y jamón, probablemente dos de los mejores tesoros gastronómicos que tenemos en España, para añadir nuevos elementos que ofrezcan texturas y sabores que contrasten como pueden ser los higos y la miel. Asimismo, este entrante como el primero tiene el importante punto a su favor de ser muy sencillo de preparar…
Montaditos de pepino y queso de cabra
Los vegetales son sinónimo de frescor y apetecen especialmente en verano, por lo que en esta época del año es una idea estupenda servir montaditos que utilicen como base un producto como el pepino en vez de pan, y que estén coronados con queso de cabra. Para potenciar la sensación de frescor puede añadirse menta, obteniéndose así un exquisito aperitivo que resulta ideal para entrante de comidas o cenas estivales.
Sardinas con crema de queso de cabra
Las sardinas también son veraniegas por antonomasia, siendo además una modalidad de pescado azul muy saludable. Para salirse del patrón tradicional de preparación nada mejor que poner sobre una tosta de pan crema de queso de cabray añadirle después las sardinas, pudiéndose lograr combinaciones de sabores deliciosas tanto con género fresco como en conserva.
Tapitas de queso de cabra y compota de pera
Un entrante de nuevo muy fácil de preparar con el que jugaríamos con el contraste entre el sabor del queso de cabra y el dulzor de la pera, que iría en este caso en forma de compota. Además, servidas sobre tostas o unas galletitas se consigue un efecto crujiente que enriquece mucho el aperitivo en la vertiente de la textura.
Caramelos de queso de cabra
En cambio, si lo que queremos es sorprender a nuestros invitados con algo que sea bastante original, nada mejor que aprovechar las potencialidades de la pasta filo para envolver la crema de queso de cabra manchego con un envoltorio comestible que compagina a la perfección con el sabor del primero, al tiempo que le confiere una presentación muy llamativa.
Palmeritas de queso manchego con pesto de albahaca
Igualmente, también pueden resultar muy interesantes otras preparaciones más elaboradas con rebozados, o combinaciones con vegetales como la remolacha. Aunque si quieres sorprender a tus comensales deberías tomar nota de la receta que propone Nestle cocina: unas palmeritas de queso manchego con pesto de albahaca, para cuya elaboración solo necesitarías: 50 gramos de queso manchego,
una masa de hojaldre rectangular, 30 gramos de albahaca fresca, 40 gramos de piñones, 25 ml de aceite de olivavirgen extra, un pequeño diente de ajo y sal.
Empezaríamos dorando los piñones (sin aceite) y cuando estén listos los pasaríamos a una batidora junto al aceite de oliva, el queso de cabra manchego rallado, la albahaca y el diente de ajo. Trituramos hasta que se haga una pasta espesay después desenrollamos la masa de hojaldre y añadimos el pesto que hemos preparado, procurando que este quede distribuido de manera uniforme.
Seguidamente, habría que enrollar todo el hojaldre desde los dos extremos hacia el centro hasta que ambos se unan. Envolvemos en el propio papel de la masa y lo metemos todo al frigorífico durante 30 minutos, y mientras que se enfría el preparado vamos precalentado al horno a 200 grados. Una vez concluida la refrigeración cortamos en piezas de un centímetro que irán separadas en la bandeja del horno.
Horneamos durante 15-18 minutos, dejamos que las palmeras se enfríen en una rejilla y ¡listo para servir
