Trocearemos las galletas en pequeñas porciones para triturar en el robot de cocina o con la trituradora eléctrica, hasta hacerlas polvo.
Mezclaremos la mantequilla y el polvo de las galletas hasta que quede una masa para realizar la base de la tarta
Si queremos sacar la tarta por completo del molde, colocaremos un papel para hornear en la base del mismo tamaño o recortamos con unas tijeras. Colocaremos la masa creada con las galletas y la mantequilla en la base del molde, ayudándonos de una espátula o con las manos.
Dejaremos enfriar en la nevera 15 o 20 minutos hasta que este lo suficientemente resistente como para soportar el peso de nuestra tarta de queso.
Calentaremos la nata en un cazo a fuego lento, iremos incorporando el azúcar y removeremos con la nata, añadimos el queso y mezclamos, añadimos las cuajadas diluidas en un poco de leche (según explica el fabricante).
Remover todos los ingredientes hasta su completa disolución, en el momento que la mezcla comienze a hervir apartar inmediatamente para que no se pegue, el calor excesivo puede llegar a quemar la mezcla y dejar un sabor amargo.
La mezcla para la tarta de queso la echaremos en el molde que tenemos ya preparado con la base de galleta en el refrigerador.
Dejaremos enfriar en la nevera unas 3-4 horas aproximadamente y una vez cuajada la tarta de queso decoraremos la superficie con nuestra cobertura preferida, en este caso mermelada de fresas.